¡Tu carro está vacío!
Hoy os proponemos una receta fit, sin azúcar añadido (o con muy poco, según lo prefieras). Hemos hecho el famoso banana bread, con cacao 100%, harina de centeno y muy poco azúcar el cual puedes sustituir por pasas o dátiles molidos. Es un postre que no queda muy dulce, por lo que si eres un amante del azúcar esta no es tu receta. Pero si te encanta el cacao y eres capaz de tomarlo en porcentaje de más del 70%, te va a encantar este postre endulzado práticamente solo con plátano.
220 gr harina de centeno (puedes usar trigo)
2 huevos
120 gr cacao puro en polvo
1 yogur griego
50gr azucar o pasas molidas
3 platanos muy maduros machacados
Medio sobre de levadura
120 gr de aceite de oliva
Bate primero los huevos y añádele todos los ingredientes húmedos: yogurt, aceite y plátanos.
Para batir los huevos, primero hemos separado clara de yemas y puesto las claras a punto de nieve. Para ello hemos usado este batidor de varillas. En nuestra tienda podrás encontrar montones de batidores de varillas que te ayuden a poner las claras a punto de nieve. Nosotros hemos usado un batidor de varillas de silicona, utilizamos este tipo de batidor porque no araña en el caso de querer usarlo sobre superficies antiadherentes
Antes de añadir los plátanos tienes que machacarlos bien con un tenedor. Si quieres que sea fácil y los plátanos realmente endulcen el bizcocho, deben de estar muy maduros. Si vas a usar pasas en lugar de azúcar, es el momento de añadirlas. Triturarlas y a la mezcla. Si vas a usar azúcar, añádelo en el siguiente paso.
Una vez cohesionados todos los ingredientes húmedos, tamiza los secos y añádelos a la masa. Mezcla bien hasta tener una masa homogénea y pásalo a un molde previamente aceitado.
Para hacer esta receta hemos usado un molde cake rígido desmontable. Este tipo de moldes se usa tradicionalmente para paté pero nos parece muy cómodo para este tipo de bizcochos. Si prefieres los moldes de silicona, te recomendamos este molde de silicona rojo que te dejamos enlazado.
Mete en el horno precalentado a 180 grados durante aproximadamente 40 minutos. Pincha el bizcocho con un cuchillo para saber si está hecho por dentro.
¡Ojo! No abras el horno durante la primera media hora para que el bizcocho no baje.
Sácalo del horno y deja enfriar, desmolda y a disfrutar!
Presenta en esta bonita tabla de madera de olivo y triunfa con una receta rica y sana.
Seguro que todos habéis dudado alguna vez de qué recipientes son aptos para horno y cuáles no. Ante la duda, muchas veces tiramos de lo fácil, moldes de aluminio o los moldes de acero nunca fallan. Sabemos que no van a estallar, no se van a derretir…apuesta segura. Pero hay ocasiones en el que usar otro tipo de moldes nos puede beneficiar ya sea porque mejoraremos la cocción en una receta determinada, porque desmoldaremos mejor, porque su limpieza sea más fácil…
Para que tengas claro qué puede ir al horno y qué no, hemos preparado este pequeño resumen con los tipos de moldes más comunes y cuáles son sus características.
Como hemos empezado diciendo, usando un molde de metal no te vas a equivocar. Si te decantas por esta opción tendrás un montón de opciones para elegir: moldes desmontables, moldes antiadherentes, moldes de aluminio, moldes de acero…
Los moldes de silicona son toda bondad en cuanto a limpieza, desmolde, anti adherencia, formas… la verdad es que en hostelería se usan muchísimo por la cantidad de ventajas que ofrecen sobre todo en cocinas industriales. Aguantan bien la temperatura (entre -60 y 230 grados dependiendo de la silicona) y se pueden lavar en lavavajillas, o cual es imprescindible en una cocina profesional…
La silicona no conduce la temperatura tan bien como el metal pero a no ser que queramos hilar “muy fino” eso no será un problema en absoluto.
Para que sean aptos para el horno, los moldes de porcelana tienen que pasar por un proceso de vitrificación. De no ser así, no soportarán el coche térmico y partirán.
No vale cualquier porcelana por dura o resistente que parezca, de hecho hay fábricas especializadas en este tipo de porcelana para horno, por algo será ¿no?
Hay que tener especial cuidado al usar porcelana sobre todo si el horno ha sido precalentado, someter la pieza a ese cambio brusco de temperatura puede ser fatal.
Lo normal con las fuentes de porcelana es no desmoldar por lo que si además tiene un diseño bonito, matas dos pájaros de un tiro.
En porcelana es muy típico hornear platos salados (lasañas, canelones…) o postres individuales como soufflés. Nos encantan las piezas de Revol porcelain sobre todo para hornear platos individuales como los de la foto.
Para la repostería en casa, el cristal puede ser una buena opción. En hostelería el cristal es un material poco recomendable para hornear. En este caso elígelos de Pyrex, que están templados y al igual que con la porcelana, evitarás que partan por el choque térmico.
Esperamos haber resuelto tus dudas, si aún hay algo que no te queda claro,
¡No dudes en escribirnos!