¡Tu carro está vacío!
El distanciamiento social es una realidad que nos está obligando a cambiar nuestras costumbres de una manera inimaginable hace unos meses. Para restaurantes, cafeterías y hoteles, las medidas de distanciamiento social están suponiendo la reducción considerable de los aforos. Lo cual genera un problema no solo de facturación, sino de organización.
No estamos a acostumbrados a trabajar así, nuestras terrazas y nuestras salas no están preparadas para tener a la gente separada, aquí somos mediterráneos, nos atreveríamos a decir que hasta nos gusta estar bien juntos. ¿No os ha pasado nunca que si veis un bar muy vacío no os apetece entrar? Pues eso, así somos.
Por desgracia, durante un tiempo nos va a tocar cambiar nuestra manera de vivir. Aceptar el hecho y ponerse en marcha con las medidas de seguridad oportunas, será la única manera de que todo se ponga en funcionamiento y vuelva a la "antigua normalidad" lo antes posible.
Por eso hoy os queríamos enseñar una alternativa a las antiestéticas mamparas de metacrilato. Esta opción, es sin duda mucho más elegante y estable que las mamparas. Su estructura en aluminio, hace de estos biombos la opción perfecta para los que buscan ir un poco más allá y diferenciarse del resto. Además pueden servirnos para ganar espacio en las aceras, creando una barrera entre clientes y transeuntes.
Estos biombos de separación están construidos en módulos de 70 cm por 1 metro de ancho, con una altura de 1.5 metros. Están fabricados con un perfil de aluminio de 60x40 lacado y tienen dos pies de apoyo. La parte de arriba es de metacrilato y la parte inferior puede ir con metacrilato o aluminio pintado.
Para los sitios más coorporativos, cabe la posibilidad de marcarlo en el cuerpo inferiro con el logo del restaurante. Además, si quieres que sea mucho más práctico, puedes ponerle un kit de 4 ruedas de 50 con freno.
Si crees que estos biombos pueden ser interesantes, no dudes en contactarnos, te daremos toda la información que necesites y te asesoraremos para que tu terraza quede lo mejor configurada posible.
¡Esas naranjitas del naranjo enano de la terraza tenían que salir por algún sitio! Que mejor manera de aprovecharlas que haciendo un pan de centeno. No tenía mucha fe en que fuese a estar jugoso, pero para mi sorpresa, estaba de cine.
Primero pon en una sartén un poquito de aceite y fríe a fuego medio la cáscara de la naranja y los Kumquat partidos por la mitad. No hace falta que pongas demasiado aceite, con una fina capa es suficiente.
Mientras se fríen lentamente, junta los ingredientes secos tamizando bien la harina. Hemos usado harina de centeno integral porque nos gusta más el sabor, pero se puede hacer con trigo, aunque las proporciones quizá deberían de variar un poco y el resultado final variará.
Por otro lado junta los ingredientes húmedos. Bate bien los huevos y le agregas el zumo de naranja y el aceite.
Une todos los ingredientes y añadele las naranjitas Kumquat fritas (desecha las cascaras de naranja, son demasiado amargas). Usa el aceite en el que has frito las naranjas para untar el molde en el que vas a hornear el pan, esto de dará un aroma extra al pan.
Nosotros hemos horneado en un molde de porcelana por lo que no hemos tenido que desmoldar y el resultado ha sido buenísimo, pero se podría hacer en otro tipo de molde y desmoldar al enfriar.
Si lo probais, ¡contádnoslo!
Ya sabemos que el envío es una de las tres partes principales del delivery. Hoy vamos a por la segunda, en envase. Si te perdiste la parte I léela aquí: Claves para un delivery perfecto. Parte I : El envío
Para elegir el envase más adecuado para ofrecer nuestro servicio de comidas a domicilio es importante que primero determinemos qué platos de la carta vamos a ofrecer. Hazte primero algunas preguntas, ¿voy a poder ofrecer la misma carta que ofrecía en mi restaurante? ¿Son todos mis platos aptos para domicilio? ¿Voy a poder cobrar por este plato lo mismo que cobraba en mi restaurante? Esta última pregunta va a determinar en muchos casos que te decantes por ofrecer ciertos platos o no. Pero de la comida hablaremos en el siguiente post, centrémonos en el envase.
Hagamos un poco de memoria, habíamos dicho que el delivery había dejado de ser solo pizza y hamburguesa, y hoy lo reiteramos y añadimos: el delivery no son solo tuppers de plástico. Hay mil opciones en el mercado, solo tienes que decidir cuál es la más adecuada para a ti basándote en un criterio fundamental: tu tipo de negocio.
Lo primero como decíamos arriba es tener claro que nuestros platos son aptos para domicilio (la mayoría lo son), y ahora según el tipo de plato y con los siguientes criterios, decidir el envase.
¿Cómo debe ser un buen envase para take away?
Es esencial que el envase sea lo más estanco posible. La imagen que va a tener nuestro cliente si le llega un envase mojado o todo lleno de grasa va a ser tremendamente desagradable. Esto va a hacer su experiencia sea mala, con esa sensación de “vamos a sacar todo rápido para tirar esos envases grasientos a la basura y no manchar”. ¿Hay alguien que no odie esa sensación?
Si el producto tiene mucho líquido también puedes probar a utilizar envases termosellables. Son bastante prácticos y el envío es muy limpio. Los nuestros, además, son microondables lo cual es un añadido porque permites al cliente calentarlo directamente, lo cual puede ser un añadido en el caso de un guiso.
Seamos claros, a nivel profesional, simplificar procesos suele ser ganar en eficiencia. Con esto nos referimos a que si tienes 20 platos en tu carta de delivery, evita elegir 20 envases porque va a ser poco o nada práctico. Probablemente sería más chulo emplatar cada envío, sí…pero no es viable.
Sin embargo, elegir un solo envase y con ese “tirar” para toda la carta, no es lo más adecuado. Debemos adecuar los tamaños de los envases a los tamaños de las raciones. Ni queda bien recibir un envase medio vacío ni es de buen gusto que te manden uno a rebosar que apenas cierra.
Elige 4 o 5 envases (adáptalo a tu carta, pueden ser más o menos) con diferentes tamaños para poder abarcar toda tu oferta gastronómica sin que parezca que lo has metido en el primer envase que tenías a mano. Recuerda, toca profesionalizarse.
Si nos seguís en redes sociales, os habréis dado cuenta de que estamos totalmente en contra del plástico de usar y tirar. La cultura del “un solo uso” debe de ser responsable y sostenible. Aquí de lo único de lo que tenemos certeza absoluta es que lo que menos contamina es lo que se reutiliza.
Aclarado esto, el desechable es necesario, en ocasiones por la naturaleza de nuestro negocio (como en la comida a domicilio y en el take away), por razones de higiene (en hospitales con enfermedades infecciosas, en situaciones sin posibilidad de lavados adecuados de vajilla)…
En los últimos años, y para dar respuesta a esa necesidad de usar un desechable más sostenible, han aparecido miles de opciones de fabricación de desechable: la caña de azúcar, el maíz, la hoja de palma, el cartón…todos ellos son excelentes opciones para minimizar nuestra huella y además tienen un toque guay que da un plus al servicio puesto que son pura tendencia.
Sin embargo, a la hora de elegir nuestros envases desechables, no nos dejemos llevar únicamente por la tendencia. Por ejemplo, la caña de azúcar es a nuestro parecer ideal, pero no envasaríamos en ella algo como un tartar que pueda secarse, puesto que es probable que durante el camino el material absorba sus jugos.
Para salir de dudas, lo mejor es hacer unas cuantas pruebas antes de decidirse. Si por la tipología de tus platos necesitas algo que sea más similar al plástico, utiliza plásticos compostables o reutilizables y házselo saber a tu cliente, así podrá reciclarlos adecuadamente.
No se por qué, esta receta me recuerda al verano. Será por la cantidad de pimientos en los huertos en esa época que hace que los haya que cocinar de todas las maneras imaginables para "darles salida".
Me gustan bien picantes y si el que los va a comer me lo admite, bien cargados de aceitunas. En cuanto a estas, en la receta he puesto solo 10 bien picadas porque son muy fuertes de sabor, pero...¡alegría que son dos días! para qué son las recetas más que para no seguirlas (al pie de la letra).
Pero bueno, a lo que nos importa, vamos con los ingredientes:
Picamos la cebolla y la sofreímos a fuego lento con el aceite de oliva, hasta que la cebolla se dore. No tengas prisa, una cebolla bien dorada a fuego lento es clave para tener un buen fondo.
Una vez la cebolla está lista, añadimos la carne, y de nuevo sofreímos hasta que esté bien dorada. En este paso añadimos la pimienta, la cayena y la sal. Mientras, vamos limpiando los pimientos, quitándoles “el rabito” y las pepitas de dentro.
Cuando la carne esté bien frita, le ponemos el tomate en cuadraditos y las aceitunas en trocitos quitándole el hueso. De nuevo, esperamos hasta que todo se sofría. En este paso puedes añadirle un par de cucharadas de tomate frito, nosotros no lo hemos hecho porque no queríamos añadir más grasa, pero si queréis que queden más jugosos es aconsejable hacerlo.
Cuando nuestro relleno esté a punto, cogemos los pimientos y los rellenamos con una cuchara pequeñita, apretando al meter la carne. No los dejéis muy llenos, un dedo por debajo del borde, aproximadamente. Si los llenáis demasiado cuando se cocine el pimiento se saldrá toda la carne.
Una vez rellenos, los hemos puesto en una fuente de horno que vale también para la plancha (e inducción). Con un poco de aceite, los hemos tostado ligeramente. Cuando estén un pelín dorados los hemos pasado al horno para terminarlos ahí.
Los hemos presentado en la fuente Castell Ivory todos y luego en el plato triangular mostaza Stonecast de Churchill acompañado de un poco de arroz blanco cocido.
Si os animáis a hacerlo, ¡contádnoslo!
Debido a la buena acogida que ha tenido nuestro anterior artículo Claves para un delivery perfecto. Parte I : El envío, hemos decidido compartir con vosotros una propuesta de transporte específica. En este caso el cliente partía de las siguientes premisas:
-Nunca había hecho delivery anteriormente
-Va a usar su propio reparto con furgonetas convencionales.
-Una gran parte de su carta es caliente y con salsa
-Va a servir comida a cliente final en domicilio y además quiere cubrir los servicios de pequeñas reuniones.
CONTENEDOR CARGA FRONTAL
Para los servicios más grandes, van a usar un contenedorde carga central. Este lleva una placa de calor o de frío. Se calienta durante 40 minutos en el horno o se congela para mantener durante más tiempo la temperatura en el transporte. Las placas se pueden poner entre guías o en la parte trasera del contenedor. El hecho de que el contenedor lleve guías facilita la colocación en bandejas GN en acero, policabonato…y además como decimos estás pueden servir como sustento de las placas.
Han elegido esta opción para los delivery de volumenes más grandes. Pequeñas reuniones en domicilios, comidas familiares, reuniones de empresa...
Para transportarlas, usarán bases rodantes Camdolly.
CONTENDOR CARGA SUPERIOR
Además, van a utilizar un contenedor de carga superior pensando en facilitar la carga de platos directamente envasados. El cliente se ha decidido por este puesto que su ergonomía y correa facilita el trasporte. Además pesa muy poco pero es resistente a golpes.
Aquí se va a realizar el transporte de todos los platos envasados individualmente, cada uno de diferente manera según el tipo de plato. Os contaremos más adelante el tipo de envases que han elegido, pero os adelantamos que han sido bastante prácticos, eligiendo envases con lineas muy cuadradas que aprovechan al máximo el espacio de la caja y apilan bien.
Además ha elegido un contenedor igual pero alto que tiene opción de hueco para botellas de vino con capacidad de hasta 12 botellas de 750cl, lo cual les venía al pelo porque en el restaurante venden mucho vino blanco y querían seguir dando ese servicio pero se encontraban con el problema de que el vino llegase caliente y el cliente tuviese que enfrirlo en casa. Eso era inviable, necesitaban transportarlo a una temperatura aceptablemente fría, para poder consumirlo nada más llegar al domicilio (con la comida aun caliente).
Si estás pensado en hacer domicilio y necesitas ayuda, llámanos, te hacemos una propuesta personalizada y te ayudamos a elegir la mejor opción para tu negocio.